lunes, 7 de diciembre de 2020

Psicosis

He decidido aprovechar el pseudo confinamiento que estamos viviendo para retomar mi blog de cine y, aunque sea un decisión arriesgada, lo hago con una de las películas más grandes que ha dado la factoría de Hollywood, Psicosis, del gran Alfred Hitchcock.


Alfred Hitchcock presentando Psicosis en el cine

Difícil reto. ¿Qué decir ya que no se haya dicho antes de Psicosis? Resulta complicado hablar de ella sin repetir lo que tantos y tantos analistas de cine han escrito durante estos, ya, 60 años de historia. Pero mi ilusión por conseguir aportar ideas novedosas es superior al riesgo de caer en lo repetitivo. Así que tras volver a visionarla, creo haber encontrado conceptos que espero resulten originales. 

Dirigida por el Maestro Hitchcock en el año 1960, e interpretada por Janet Leigh y Anthony Perkins, fue todo un boom y un exitazo de taquilla, causando un gran impacto, y marcando un hito en la historia cinematográfica.

Norman Bates y Marion Crane a punto de cenar en Psicosis

La crítica generalizada suele catalogar a Psicosis de obra maestra, dejando abierto el debate sobre si es, o no, la mejor aportación de su director, pero matizando que se trata de una película poco hitchcockiana, algo así como una "rara avis" dentro de su filmografía. 

No es mi objetivo hacer ningún análisis pormenorizado de la película, ni desmenuzar esas míticas escenas que ya forman parte del imaginario colectivo, pues para eso ya están los grandes críticos de cine. Simplemente trataré de justificar mi convencimiento de que, sin ningún género de dudas, estamos ante su obra cumbre. Para ello comenzaré rebatiendo esa etiqueta de "rara avis" apoyándome en fragmentos de la película. Es importante que los veáis. Tranquilos, son vídeos muy cortos ;-).

Para empezar diré que, Psicosis, sí tiene todos los rasgos característicos del cine de Hitch, es más, probablemente sea la más representativa de su extensa obra. Creo que la magnitud de la película es tan enorme que muchos aspectos secundarios pueden pasar totalmente inadvertidos; algo así como aquella socorrida frase de "los árboles no te dejan ver el bosque".

Obra personal

Desde mi punto de vista es la película más personal de Sir Alfred. No hay que olvidar que tras haber rodado filmes como "Con la muerte en los talones", o "Vértigo", y ya con el prestigio en lo más alto, se encaprichó de esta sórdida trama al leer la novela "Psycho", de Robert Bloch, incluso a pesar de ir en contra de los intereses de la productora. 

La novela en la que se inspiró Psicosis

Su obstinación llegó hasta tal punto que tuvo que "buscarse la vida" para poder financiarla. Rodearse de parte del equipo de la serie de televisión "Alfred Hitchcock Presenta", o negociar a la baja el contrato de Janet Leigh, son dos pequeñas muestras de su empeño.

Se trató, claramente, de una apuesta personal del director, que consiguió llevar a buen término pese a contar con un presupuesto muy reducido. Como dijo en cierta entrevista, tenía muy claro en su mente cada uno de los planos de Psicosis, lo único que le faltaba era rodarlos...

Hitch, herido en su orgullo por tener en contra a todo su entorno excepto a su mujer (figura clave también en esto), se recreó en esta obra mostrándonos todo su potencial y haciendo un alarde de talento impresionante, como si quisiera dejar en evidencia a todos los que trataron de disuadirle.

Me referiré más adelante en varias ocasiones a esta idea de "recrearse", para que se entienda mejor.

McGuffin

Supongo que todos conoceréis el concepto del McGuffin que acuñó el director, esa excusa argumental que sirve simplemente para motivar a los personajes y al desarrollo de la historia, pero que carece de relevancia por sí misma. Pues bien, en Psicosis tenemos uno de los McGuffins más evidentes de la historia del cine. ¿Qué es sino el robo del dinero inicial por parte de Marion Crane (Janet Leigh)?

Es más, el dinero se menciona varias veces y en momentos muy avanzados de la película, cuando es evidente que carece de interés para el espectador. Psicosis es toda ella un McGuffin en sí misma. 

Fijaos en este ejemplo como Hitch se recrea en esta memorable escena donde Norman Bates (Anthony Perkins) se dispone a limpiar la habitación del motel justo después del asesinato. Atentos a dónde coloca la cámara el director:


Desde que Norman entra en la habitación con la fregona, hasta que llega a la puerta del baño, tenemos siempre el dinero en primer plano gracias a un maravilloso movimiento de cámara.

Por si esto no fuera poco, aquí os dejo tres ejemplos más que demuestran cómo el Maestro se regodea con la idea del Mcguffin:






Una y otra vez, el tema del dinero sigue apareciendo cuando ya a nadie nos interesa.

Falso Culpable

Otro de los clásicos temas que suele aparecer en la filmografía de este director es el del falso culpable. Tenemos ejemplos claros con Cary Grant en "Con la muerte en los talones" o en la misma "Falso Culpable" de Henry Fonda.

Hay que tener claro que el concepto de falso culpable sólo sirve para el primer visionado de la cinta. Pues bien, la primera vez que uno ve Psicosis, sin saber de qué va, realmente es engañado por el cineasta ya que en realidad la culpabilidad apunta a la famosa "madre de Norman". Te hace creer que la señora ahí está, omnipresente, mostrando su silueta a través del cristal de la ventana de la casa.

La casa de Norman Bates y su madre

Sólo es en la parte final cuando el espectador descubre la inexistencia de la madre. Hasta entonces uno está convencido de que Norman no es el único habitante de esa casa, y que además su madre (o cuanto menos una señora de edad avanzada) está siendo parte activa de la trama. 

Nuevamente Hitchcock nos planta delante de nuestras propias narices ese concepto del falso culpable, pero en esta ocasión lo hace de una manera tan brillante que nos pasa desapercibido. Aunque el culpable de los hechos sea Norman, conceptualmente la madre es la asesina. No es detalle menor que en la película aparezca antes "la madre", que el propio Norman, fijaos:

Aquí tenemos un original ejercicio narrativo, donde con su habitual maestría el cineasta nos enlaza el concepto anterior, el Mcguffin, con el del falso culpable:


Y en este otro ejemplo consigue engañarnos del todo al mostrar en una misma escena a Norman y a su supuesta madre.


Hitchcock, por tantose regocija con la idea del falso culpable, y lo hace de una manera tan perversa que incluso en los análisis que se suelen hacer del film es difícil encontrar menciones al respecto.

Elegancia y sutileza

Otro de los rasgos del cineasta es que a pesar de tocar temas controvertidos siempre supo hacerlo desde la elegancia y con sutileza.

Dos muestras me sirven para explicar esto. Una de ellas es la inclusión de la penúltima escena. Me refiero a aquella en la que el psiquiatra explica con todo lujo de detalles la motivación de Norman y su desdoblamiento de personalidad, haciendo que el final sea clarificador y elegante para el espectador. 

El psiquiatra en la escena de Psicosis explicando

Otro ejemplo es el grado de violencia. El espectador, después de su primer visionado, tiene la sensación de haber visto una película altamente violenta, cuando en realidad no es del todo así. Me explicaré. Cierto es que tenemos la famosa escena de la ducha, pero después lo único con lo que nos encontraremos es con el asesinato del detective Arbogast, y no más. Sólo dos crímenes son suficientes para dejar el espectador en estado de shock, imbuido en su butaca, y a la espera del próximo asesinato...

Escena asesinato de la ducha de Psicosis

Detective Arbogast asesinado en Psicosis

Cabe recordar que el libro Psycho de Robert Bloch está inspirado en las fechorías de Ed Gein, un famoso asesino en serie y ladrón de tumbas. La conocida película "La matanza de Texas" también toma a dicho personaje como referente. Y sin desmerecer la obra de Tobe Hooper, las diferencias de sutileza entre ambas películas son evidentes.

Obsesión por las rubias:

No podía faltar en esta película la obsesión por las rubias por parte del orondo director. Grace Kelly, Kim Novak, Tippi Hedren, etc, etc, etc, un sinfín de bellezas rubias formaron parte de su filmografía. Pues una vez más, aquí Hitch se recrea ya que no incorpora a una rubia, sino a dos!. Rompe con todo lo establecido en las reglas de cine y hace que su principal estrella, Janet Leigh (Marion Crane) muera en la primera parte de la película, e incorpora a una segunda, Vera Miles (Lila Crane) para continuar con el resto del metraje.

Primera de las rubias en Psicosis

Segunda rubia en Psicosis

No queríais caldo? Pues aquí tenéis dos tazas. ;-)

Connotaciones sexuales

Escenas con carga erótica y connotaciones sexuales suelen ser habituales en la filmografía del director, tenemos múltiples ejemplos, Frenesí, Vértigo.. etc. En Psicosis por supuesto también, y por triplicado! Al comienzo de la película se nos muestra una primera escena en una habitación de hotel donde ha tenido un encuentro amoroso entre la pareja, que por circunstancias se tienen que ver en "clandestinidad". El primer plano de Janet Leigh en esta película es en sujetador, con una combinación y en la cama. Menudo comienzo!

Escena erótico romántica en Psicosis

Por si esto no fuera poco, diez minutos después vuelve a aparecer ella, otra vez en ropa interior, ahora con lencería oscura. 

Connotaciones sexuales en Psicosis

Y para rematar tenemos la escena de la ducha donde la cámara vuelve a mostrarnos a Janet Leigh en ropa interior justo antes de entrar en el cuarto de baño, e incluso se recrea filmándola mientras se desnuda, claro está, hasta los límites que la censura permitió. 

Connotaciones sexuales antes del asesinato de la ducha

Hitchcock abunda en este aspecto, y lo focaliza todo en Marion Crane.

Voyeurismo

Otro tema recurrente de Hitchcock es el voyeurismo, en el que en "La Ventana Indiscreta" hace casi un tratado sobre ello. Pues bien, aquí os dejo una evidencia más en esta película, en una magnífica escena que me sirve para enlazar el capítulo anterior con éste. 

El apuesto y aparentemente inofensivo Norman tiene preparado un agujero, detrás de un cuadro, en la pared que separa el salón de la habitación número 1 de su motel, para poder espiar:


Estamos por tanto ante un voyeurismo premeditado y enfermizo. Hitchcock, nuevamente, lo lleva al extremo.

Traumas psicológicos

El cerebro, el psicoanálisis y los problemas mentales siempre entusiasmaron al cineasta, especialmente los traumas derivados de la infancia. Cintas como Recuerda o Vértigo son ejemplos evidentes.

Norman Bates personifica totalmente eso. Ese chico joven traumatizado por sucesos durante su infancia, y que en el fondo acaba siendo una víctima también.

Mención especial merece la actuación de Anthony Perkins, de quien hablaré más adelante, pero ahora me referiré a ese momento donde Norman, muy cordialmente, le ofrece a Marion una improvisada cena fría en el saloncito del motel. Es en esta memorable escena, bastante infravalorada por cierto, donde se dibuja el perfil psicológico de Norman.

La ornamentación que rodea a Norman es sobrecogedora y significativa, y el diálogo entre ambos totalmente clarificador.



Suspense

Posiblemente la característica principal del cine hitchcockiano es el suspense. Pues como no podía ser de otra manera, Psicosis es sinónimo de suspense.

La película tiene varias particularidades, pero una de ellas es que está formada de dos grandes partes bien diferenciadas. La primera es la historia del robo del dinero por parte de Marion Crane hasta llegar al motel donde es asesinada. La segunda parte es su búsqueda por parte de sus familiares. 

La escena del hundimiento del coche en el pantano separa ambas partes. Y ya en ese mismo instante, como si de un aperitivo se tratara, el suspense hace acto de presencia cuando a Norman se le congela el aliento al observar cómo el vehículo deja de hundirse por unos momentos. Es un primer guiño del director recordándonos que el suspense acaba de hacer acto de presencia y esto no ha hecho más que comenzar...

El coche de Marion es hundido en el pantano

Norman se queda congelado al frenarse el hundimiento

Pero es ya en la segunda parte de la película donde el director da rienda suelta al suspense. Y lo hace básicamente desde la narrativa, haciendo de la madre de Norman un personaje misterioso, al que todos queremos desenmascarar. A medida que avanza la trama son múltiples las escenas que van añadiendo más incertidumbre al respecto, desde la curiosidad del detective Arbogast (Martin Balsam), pasando por la del novio Sam Loomis (John Gavin), o incorporando incluso la figura del sheriff Chambers, encarnado por John McIntire, quien llega a afirmar que en esa casa no había nadie...

El detective Arbogast indagando

Sam Loomis indagando en Psicosis

El sheriff Chambers investigando









Por si fuera poco incorpora también la siguiente escena, tan inquietante como técnicamente impecable (el travelling de la cámara se merecería otro post aparte), dejando al espectador inmerso en un mar de dudas.


A medida que avanzan los minutos estamos deseando ponerle cara a esa madre tan malvada.

Suspense en Psicosis, la madre y su cama

La calavera que corresponde a la madre de Norman Bates


Bueno, como veis todas los elementos habituales del cine de Hitchcock sí están también en Psicosis, pareciendo incluso recrearse con ellos.

Obra cumbre

Trataré de justificar ahora por qué en mi opinión, Psicosis, está un escalón por encima del resto de las obras maestras de Hitchcock.

En primer lugar porque a diferencia de los otros filmes esta trama parte de una historia muy oscura y sórdida, nada convencional con el tipo de cine que se venía haciendo. Hitch consigue transformar unos macabros sucesos de la América profunda en una película que marca la historia de Hollywood, dejándonos impregnadas en nuestras retinas algunas de las mejores escenas que ha dado el cine. Convierte un patito feo en un cisne.

Ed Gein inspiró a Psicosis

Un segundo motivo es porque Hitch nos da calidad, y no cantidad. No podemos olvidar que la película contó con un bajo presupuesto. El rodaje supuso unos 20 días, de los cuales una semana se dedicó única y exclusivamente a la escena de la ducha. Sólo estos datos demuestran la convicción del director a la hora de crear esta película. 110 minutos de obra maestra, 60 para desarrollarla y 50 más para conservarla. 

Para más inri se permite el lujo de prescindir de la protagonista durante la segunda parte de la cinta, siendo capaz de mantener el nivel pese a las actuaciones mediocres de Vera Miles o John Gavin. Por medio del suspense, y gracias a la actuación de Perkins, consigue suplir la ausencia de Janet Leigh

Y por último y posiblemente lo más importante, porque Psicosis conecta con el espectador removiendo en su interior. Y lo hace desde dos vertientes, la cotidianidad y la vulnerabilidad. 

Las otras grandes películas de Sir Alfred suelen enmarcarse en tramas alejadas de lo cotidiano, por lo que el espectador disfruta del film pero siempre desde la distancia y con la tranquilidad que te da la certeza de que "eso no te puede pasar". En este caso es diferente, cualquiera de nosotros puede ser Marion Crane.

Y por otro lado Psicosis toca la fibra del espectador al poner de manifiesto su vulnerabilidad. La escena de la ducha es clave en esta película, y Hitchcock lo sabía desde del principio, de ahí que le dedicara una semana entera. Esa secuencia hace aflorar todos los miedos. La falsa sensación de protección que todos tenemos cuando estamos en nuestro cuarto de baño se hace añicos en 180 segundos, lo que dura la mítica escena. 

Marion Crane es asesinada en la ducha en Psicosis

Esa identificación cotidiana con Marion Crane marca un hito en la historia del cine. De hecho, a partir del estreno de la película muchas mujeres dejaron de ducharse en casa durante un tiempo, debido al shock traumático que supuso. 

Será difícil que a nosotros nos confundan como le ocurre a Roger Thornill en "Con la muerte en los talones", o que nos encarguen seguir a cierta mujer como le piden a Scottie en "Vértigo", y difícilmente viviremos la odisea de Melanie Daniels en "Los Pájaros"... ah! todos podemos toparnos con un Norman Bates.

Anthony Perkins

No quería terminar sin hacer mención especial de la interpretación de Perkins en esta película. Es un auténtico escándalo que no llegara a ser ni nominado para los Oscars. Su actuación es memorable. Da igual las veces que uno haya visto la película, en el momento que aparece Norman Bates te atrapa.

Norman refleja casi todo lo anteriormente comentado. Es esa persona totalmente traumatizada, con muchos problemas sexuales, torturado en su mente y en su cuerpo, voyeur y reprimido, y con esa ambigüedad tanto sexual como social; un auténtico psicópata capaz de ser amable, educado y mantener las formas.

Si Hitchcock quería reflejar eso, realmente no pudo elegir mejor actor. Perkins lo borda. Cada uno de sus gestos, de su forma de hablar (recomiendo ver la versión original), su lenguaje corporal... es de 10!

Dicen que a Perkins le marcó para siempre el papel de Norman. Seguramente tenía todas las cualidades para interpretar ese papel, más que ningún otro. De hecho siempre irán unidos, Bates-Perkins.

A modo incluso de homenaje dejo aquí la última escena de la película, otro prodigio de Hitchcock y Perkins, que en un plano casi estático demuestran que con sólo una cámara, y una interpretación gestual, le pueden dejar a uno helado.


Larga vida a Psicosis!, pero cerrad siempre bien la puerta del baño ;-)