domingo, 11 de abril de 2021

Breve encuentro


Breve encuentro

Recientemente me recordaron que desde hacía tiempo tenía pendiente escribir sobre cierta película. Pues bien, turno hoy para ella. Se trata de Breve Encuentro (1945) interpretada por Celia Johnson y Trevor Howard.

Estamos ante lo que podríamos resumir como la historia de un amor imposible. Una temática que ha sido tratada por el celuloide infinidad de veces, pero que en esta ocasión está hecho con tal magnetismo que la cinta consigue arrancar algo de nosotros para siempre. En este post intentaré explicar en qué consiste ese magnetismo.

Por lo que a las interpretaciones se refiere, Trevor Howard está correcto, con esa flema británica tan característica, en el rol de Dr. Alec Harvey. Pero personalmente me quedo con la actuación de Celia Johnson, en el papel de Laura, como ama de casa de un feliz (?) matrimonio con dos hijos. La mirada que recogen sus ojos en las escenas nos lo cuenta casi todo. Fue nominada a los Óscars como mejor actriz.

Trevor Howard


Celia Johnson

Celia Johnson

Celia Johnson









David Lean
Dirigida durante su primera etapa por el gran cineasta británico David Lean, donde ya comenzaba a demostrar su gran talento, Breve encuentro está explicada en clave intimista, muy lejos del estilo de las famosas superproducciones por las que el director suele ser conocido (Dr. ZhivagoEl puente sobre el río KwaiLawrence de Arabia).

Con una puesta escena casi teatral, no en vano está basado en la obra de teatro Still Live de Noel Cowan, y reforzado con la música de Rajmáninov, el film nos sumerge en la trama mediante dos recursos muy bien trabajados, el flashback, y la voz en off. El primero de ellos está construido muy originalmente, puesto que la película comienza en una cafetería, y minutos después de haber presentado a sus protagonistas se inicia el flashback pero retrotrayendo al espectador a la misma cafetería del principio. Por su parte, la voz en off de la protagonista se usa a lo largo de todo el metraje en diferentes instantes, pero con la información precisa en cada momento.

Trevor Howard y Celia Johnson

Trevor Howard y Celia Johnson

Estos dos aspectos son básicos para captar la atención del espectador, pero creo que lo que hace que Breve Encuentro nos deje un poso tan especial aún a pesar de tocar un tema tan recurrente es el magnetismo que producen otros elementos de la película y que desgranaré a continuación.

El primero de ellos es esa "intensidad planificada y dosificada" con la que los protagonistas deben vivir su historia de amor. Como todos sabréis la trama versa sobre un profundo romance entre Alec y Laura, romance que surge de una manera tan casual como inesperada, pero que una vez iniciado debe planificarse periódicamente para poderlo mantener vivo. Ellos viven su idilio cada jueves. Ese es el único día que tienen para poder verse. Sus respectivos matrimonios son las jaulas que los tiene en cautividad, y esa jaula se abre cada jueves durante unas horas, como si de una ventana por la que entrara aire fresco se tratara. El resto de la semana viven esperando por y para el siguiente reencuentro. Disponen de esas pocas horas para poder compartir su ilusión. 

Trevor Howard y Celia Johnson

Trevor Howard y Celia Johnson

Trevor Howard y Celia Johnson

Trevor Howard y Celia Johnson

Pero sus respectivos  matrimonios, sus hijos, sus vidas estables, la opinión social, etc, todo ello conforma una lacra demasiado grande contra la que no son capaces de luchar. Por tanto tienen y deben vivir intensamente lo que cada jueves les permita. Son conscientes de que no dispondrán de más.

Supongo que todos habréis oído esa frase que dice que la felicidad continua no existe, sólo existen momentos de felicidad a lo largo de una vida. Pues bien, para Alec y Laura ese jueves es el momento de felicidad, y el siguiente jueves también, y al otro,... y al otro...

Cuando en una pareja se pierde esa chispa inicial con la que se inició la relación, es muy probable que aparezca la necesidad de fantasear con la idea de conocer a otra persona que pueda volver a recrear ilusión, verdad? Bien, a Alec y a Laura les pasó y lo aprovecharon.

Marido
Otro elemento importante es el enfoque partidista de la trama. Me explico. La película siempre está enfocada desde el punto de vista de los protagonistas, sólo nos muestra la historia de ellos, no del marido de Laura ni de la mujer de Alec. El primero no se entera de nada y la segunda ni siquiera aparece. Pero la infidelidad y las mentiras ahí están. Esta forma de enfocarlo, tan romántica como ilusa, conecta con nuestro interior, porque en el fondo todos somos unos románticos, preferimos quedarnos con el lado "bonito" de la historia.

Pero un gran acierto de la trama es no caer en la ñoñería. Aunque se ningunea a las parejas de Alec Laura, el desenlace de algún modo ejerce una compensación moral al no convertirse en un final feliz, y de esa manera las conciencias quedan algo reparadas, tanto la de los protagonistas como las de los espectadores.

Y el tercer elemento que resulta clave es la cafetería. Tengamos en cuenta que los protagonistas están pululando todo el día por ahí, van a comer juntos, van al cine, al parque, etc..  pero sin el arropo que proporcionan las paredes y el techo de una casa. Ahí entra en juego otro de los aciertos importantes de esta película: la cantina de la estación. 

Trevor Howard y Celia Johnson

La cafetería viene a ser ese refugio necesario, tanto para ellos como para el espectador. David Lean construye muy bien ese espacio, con vida propia, con unos magníficos personajes secundarios. Los momentos de distensión son los de la cafetería. Cada escena de esa cantina le suponen al espectador unos minutos de recogimiento. Pero para Alec y Laura también, es el punto de encuentro seguro, donde pueden estar "a cobijo", de manera relajada, y con relativo anonimato. La cafetería es como un faro de referencia constante a lo largo de toda la película.

En términos modernos podríamos decir que Lean recrea ahí una mini-atmósfera. Un espacio de reencuentro muy especial, donde la Señora Bagot (magnífica la actuación de Joyce Carey) regenta el local con la ayuda de la joven Beryl. Un establecimiento que tiene como asiduo cliente al mismo jefe de estación, el Sr. Godby, encarnado estupendamente por Stanley Holloway, quien flirtea continuamente con la encargada provocando cómicas situaciones. La cantina le da a Breve Encuentro ese toque entrañable que conecta directamente con el espectador y que humaniza la frialdad que suponen las vías, el humo y los trenes de una estación.

Joyce Carey

Joyce Carey

Joyce Carey

Por cierto que entre el Sr.Godby y la Sra Bagot, sí parece haber un romance con futuro. :-).

Joyce Carey

Mención especial también a esa escena donde Alec le coloca la mano en el hombro a Laura en lo que parece una despedida fría y rutinaria y que el magistral flashback nos termina desvelando que se trata de la separación definitiva. Nunca más se volverán a ver, pero la presencia de la señora Messiter les obliga a contener las formas de una manera casi desgarradora:


Como resumen una película cuyos diálogos y presentación de situaciones sí sufren el paso del tiempo, pero que gracias al magnetismo que desprende consigue hacerse merecedora de un visionado a día de hoy. Siempre vamos a recordar esos jueves de intensa pasión, los encuentros en esa entrañable cafetería, y que al final....no pudo ser, lo establecido pudo con el amor.

Os dejo con la escena que podría haber cambiado el curso de la historia de nuestros protagonistas si la respuesta de ella hubiera sido otra:



Y recordad, sentirse vivo es lo más importante!










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